martes, 2 de agosto de 2016

Diario de Campaña: Sesión 15 (vuelta a la civilización)

En nuestra última sesión dejamos a nuestros jugadores abandonando a la carrera los salones de Rogahn y Zelligar. El enfrentamiento con una criatura que creen era una sombra fue más de lo que podían soportar.

Ya a buen resguardo en las cavernas de los trasnos, la antesala a las mazmorras mencionadas, tocaba hacerse composición de lugar y decidir el rumbo a seguir. Los aventureros discutieron sus opciones y llegaron a la conclusión de que no estaban preparados para enfrentarse a ese ser, incluso aunque descansaran y preparan sus conjuros de corte más ofensivo. Era hora de volver a Falcongrís.


El viaje de vuelta transcurrió sin problemas. Ya en la calzada principal hacia la puerta de los druidas, el grupo se encontró con un par de carretas custodiadas por "los duros de Alban". Alban, su cabecilla, entabló una breve conversación con los aventureros para ver si traían noticias del sur, y de esa forma se enteraron los jugadores de las últimas noticias de la ciudad. Alban les indicó que andaba algo revuelta tras la desaparición de un nuevo maestro joyero. El segundo en un mes (ver El Destino de Dorshak Krane).

Ya en la ciudad nuestros aventureros volvieron a confiar en La Posada del Dragón Plateado, donde a través de Olaf se enteraron de que la guardia había estado preguntando por ellos justo tras la desaparición de Zarik. Y es que el maestro joyero desaparecido no era otro que su conocido en el gremio. Preocupados, el grupo se retiró a planificar sus siguientes movimientos.

Lo primero fue hacer balance de lo conseguido en la aventura. Tras tasar las gemas y cambiar las monedas de plata a algo más transportable, se dieron cuenta de que las ganancias no cubrían lo invertido en equipo la última vez. El negocio parecía que no había salido bien. Por suerte pasaron por la biblioteca para intentar tasar los libros que encontraron durante la exploración. Por el de historia de la región les ofrecieron 50 mo, y por el de botánica en élfico 100 mo más.  El de climatología se quedó en unas 40 mo. Las anotaciones cifradas en los márgenes le restaban valor. Así el balance mejoraba bastante, aunque no lo suficiente. Sin vender los libros, los aventureros discutieron entonces que hacer en un aparte. Todos estuvieron de acuerdo en que seguramente el libro más valioso era el único que no podían vender. El que suponían era un diario del puño y letra del mismísimo Zelligar que contenía mapas y dibujos del pantano cercano, aunque presentaba el mismo cifrado que las notas del libro sobre climatología. Entonces el grupo preguntó al maestro bibliotecario por los servicios de un sabio, y éste les indicó que quizás su ayudante Luel pudiera hacerles el servicio a un precio más asequible que el habitual.

Pensando aun en como abordarían el tema con Luel, el siguiente movimiento fue visitar a la guardia. Allí conocieron al capitán Coram Balgarden quien les interrogó sobre sus negocios pasados con Zarik. Volkas le contó que efectivamente habían trabajado con él en el pasado buscando a Dorshak, el maestro enano desaparecido, pero que sus pesquisas no habían dado frutos y que después de eso solo lo habían visto una vez más para rechazar otro posible trabajo. El capitán pareció satisfecho por el momento y los aventureros se marcharon a comprar equipo.

El encuentro con la guardia no los había tranquilizado demasiado, así que todos estuvieron de acuerdo en abandonar la ciudad cuanto antes. Solo quedaba decidir hacia donde. Tras evaluar las opciones, nuestros aventureros decidieron que ya era hora de visitar las afamadas ruinas del castillo Falcongrís. Así que volvieron a la posada a planificar sus últimas compras antes de dirigirse hacia ese mítico lugar ...

Comentarios del Árbitro


Después de la última sesión (muy movida) tocaba interludio. No todo puede ser siempre aventura y exploración, sobretodo si la gestión de recursos es un tema importante en el juego. Fue una sorpresa muy grata que los jugadores hicieran balance de los beneficios obtenidos de la expedición. También fue una muy buena oportunidad para poner de manifiesto como objetos que pueden parecer a priori menos valiosos que las monedas, pueden ser las fuentes más importantes de tesoro (como los libros en este caso).

También volvimos a constatar que el ritmo a través de Internet (Hangouts + Roll20) es muy distinto al de jugar en vivo. En nada nos habíamos comido las dos horas que más o menos podemos dedicar a cada sesión. A ver si en la próxima partida volvemos a la senda de las aventuras.

Editado:


Durante la pausa hasta la siguiente sesión el grupo ha avanzado en el tema de la compra de equipo (bendito WhatsApp). En concreto:


  • Han contratado a Luel por dos semanas a 200 mo la semana. Un pago al inicio y otro a la vuelta de los aventureros. Se queda intentando descifrar el diario de Zelligar.
  • Compran las últimas existencias de hierbas curativas (3 dosis de +2pg y 3 dosis de +1d6 pg). El precio final pagado es de 260 mo.
  • Han contratado a Mylon de Nellix. Un clérigo de Pelor llegado del condado de Urnst para que los acompañe. El trato consiste en pagar 4 mo al día más la manutención y el alojamiento. Además se quedará con 1/8 del tesoro encontrado para donarlo al templo.


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